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ISO 26000, la norma para la sustentabilidad de las PYMES

coepes-iso-26000-pymesAutores

Dra. Lilia Granillo Vázquez.
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
Profesora Titular C.
Miembro del Sistema Nacional de Investigación

M. C. José Felipe Ojeda Hidalgo.
Universidad Politécnica de Guanajuato.
Profesor de Tiempo Completo.

Resumen

El presente artículo narra las experiencias de uno de los autores, sobre el proceso de elaboración de la norma ISO 26000, de sus bases y su razón de ser, así como los procesos de discusión y de toma de decisiones, y de cómo, a través de la disidencia, más que desde la oposición, se fueron logrando los consensos que culminarían en la creación de la norma ISO 26000 Responsabilidad Social.

Palabras Clave

ISO 26000, Responsabilidad Social, PYMES

La microempresa tiene un ciclo de vida muy corto, pues la falta de controles y la carencia de información para fundamentar las decisiones, la ponen en riesgo. Precisan un sistema de gestión que haga más eficiente el manejo de los recursos, ayude a registrar la clientela, conocer el mercado y a los consumidores.  Como no hay un control eficiente del dinero, que permita conocer específicamente los resultados del negocio, ya que se combinan los gastos del negocio y los que se destinan a los gastos familiares, regularmente se desconoce a cuánto ascienden las utilidades. Tampoco conoce su mercado, ni clientes ni comunidad. Su mercado suele ser local y se desconoce el mercado potencial y meta.  Necesita controlar la cadena de suministros. Cuando existe un control ineficiente de los inventarios, no puede habilitarse la noción de suministro en la operación de la microempresa. La gestión sin futuro y el descontrol administrativo favorecen el comercio informal, la piratería y el riesgo social y económico.  Las PYMES ocupan casi por completo el universo empresarial en México, producen la mitad del PIB, generan 7 de cada 10 empleos. Los microempresarios son un 97% del universo empresarial; en contraste, sus negocios alcanzan un ciclo de vida de escasos 18 meses. Una de cada 7 familias en México tiene una microempresa. La falta de ahorro, de controles administrativos y de planificación provocan incertidumbre, riesgo y precipitan el cierre (Rendón, 2006). Las Pymes casi no tienen manejo de recursos; tienen acceso a menos del 10% del dinero y su gestión financiera es errática e incierta. De ahí su corta vida. Tanto esfuerzo emprendedor se extingue a los pocos meses de vida. Y ello se debe en gran medida a la falta de planificación y al descontrol administrativo ocasionado por la carencia de capacidades profesionales, el aislamiento productivo, el rezago tecnológico y la brecha digital (ASOEA, 2007). Es un lugar común la carencia de controles administrativos en las PyMES; no se registran las entradas y salidas de dinero ni se controlan los inventarios, tampoco se da seguimiento a los clientes. Al carecer de los mínimos fundamentos administrativos, desconocen el mercado, los hábitos de consumo, a veces a los proveedores. Dado que  no llevan control de sus inventarios, tampoco de los ingresos y egresos. Y la falta de administración en las MIPYMES conlleva graves problemas sociales, si se considera que una de cada 7 familias tiene empresa. Además, existen en México cerca de 4.3 millones de unidades económicas, formadas por una sola persona. El tamaño promedio por empresa es de 5.4 personas ocupadas. Con todo, solamente 742,882 empresas están registradas en el IMSS. ¿Ignorancia? ¿Falta de recursos administrativos? Las empresas se concentran en el sector comercio en un 52% y en el sector servicios, en un 36%. Al sector industrial se aplica solo 12%.

Las decisiones en las PYMES carecen de controles administrativos, y por lo mismo, se administran sin decisiones informadas, con rumbos caprichosos y no planeados. En general puede decirse que se desconoce la vida material, económica de las PYMES; que en estas unidades económicas es evidente la desigualdad en la dinámica comercial: más del 90% maneja apenas el 3% del dinero. Podemos imaginar la gobernanza como una mezcla de finanzas comerciales con problemas familiares o de amistad. De ahí el futuro incierto y un ciclo de vida entre 6 y 18 meses.  ¿Qué noción de calidad se acerca a las MIPYMES? ¿Cómo regular o normalizar a estas empresas? ¿Cuál será la responsabilidad social de las MIPYMES con el ambiente, con la sociedad, con la economía de la nación?

A partir de la noción de “control de calidad”, surgida del mundo de las ingenierías y de los procesos de producción en línea, “la calidad”, se ha insertado en la vida cotidiana tanto como en el mundo de la administración. En términos de “poder”,  la compraventa  de un producto tanto como la prestación de un servicio educativo o turístico, incluso una gestión pública se van sometiendo poco a poco, con sobresaltos y desencuentros, a los certificados de calidad. Se certifican los saberes tanto como los haberes y las políticas públicas.

En nuestro país, desde la norma ISO 9000, y la Ley Federal de Metrología, han ido creciendo los procesos de normalización gestados en nuestro país según la normatividad de ISO, una poderosa organización emanada de la sociedad civil global. En la cultura del mercado global, la Internacional Standards Organization (ISO), juega un papel importantísimo como mecanismo regulador de la cultura de la calidad. En México, ese papel ha sido asignado al Instituto Mexicano de Normalización y Certificación y a la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía. Los estándares medibles de calidad que surgen de ISO son resultado de las normas que gestionan los comités técnicos elaborados por personas que representan a uno de los cuatro sectores que pueden participar: gobierno, empresa, sociedad civil organizada y academia.  El poder de normalización y certificación de ISO surge de la voluntad de quienes se adhieren a los estándares libremente. Este trabajo es un informe de la participación, desde la Academia y las humanidades, en procesos de normalización y certificación de la Responsabilidad Social (RS), y desea dejar constancia de los tránsitos entre la voluntad, el voluntarismo, el poder y la imposición. Los numerosos comités de ISO se ocupan de elaborar normas que son de adscripción voluntaria primero, pero que una vez que son incorporadas por la organización, esta se ve obligada a adherirse a ellas para siempre y cumplirlas estrictamente. Las normas que nos interesan pertenecen a los procesos de certificación de estándares internacionales ISO en los ámbitos de la Responsabilidad Social y de los sistemas de gestión aplicados a la educación.

Como humanistas, nos ha tocado enfrentar y confrontar a quienes piensan que la RS es filantropía, tanto como a quienes creen que basta con especificar el tipo de tinta para los materiales escolares impresos para que exista excelencia educativa. Hemos tenido que reconocer nuestra ignorancia en ciertos procesos industriales, y también nos hemos visto obligados a aceptar que es necesario alfabetizar a la Real Academia de la Lengua española con términos novedosos que ella no distingue. Las discusiones en los comités nos han enseñado el valor del trabajo en equipo, dado que acudimos miembros de cuatro sectores: academia, empresa, gobierno y sociedad civil, ONG´s. Casi siempre los debates han sido muy aleccionadores ya que las decisiones han de ser consensuadas, y muy pocas veces se toman decisiones mediante la votación, la mayoría se alcanza mediante el convencimiento y la negociación. Aunque representamos intereses diversos y tenemos necesidades personales y compromisos existenciales diferentes, quienes nos reunimos por horas para establecer normas voluntarias que otros aplicarán y otros más poderosos certificarán y ganarán con ello mucho dinero, en el fondo confesamos que nos interesa establecer la cultura de la calidad, la idea de que hay que hacer las cosas bien desde el principio. El contexto nacional no es para menos: en México, merced a la técnica del alambrito y a la cultura de “A mí nadie me dice lo que tengo que hacer”, se precisa estandarizar los procedimientos organizacionales. Más que mediante la oposición, se avanza aquí mediante la disidencia.

Desde el humanismo tanto como desde la terminología de la calidad, se puede hablar de la complejidad de lo humano, de lo sistémico en la existencia de los hombres y las mujeres que constituimos la sociedad. El reconocimiento de la complejidad nos da acceso a la comprensión de la diversidad. Tal comprensión facilita un acercamiento creativo a los procesos de identidad, a los mecanismos de  inclusión y exclusión social, tanto como a los de la disidencia.

Hablaremos, pues, del valor de la disidencia, categoría de la libertad, para conjurar la exclusión social e incorporarse a los procesos de identidad.  Por ejemplo, la experiencia en el comité que elaboró la Norma Mexicana de Responsabilidad Social facilitó procesos de investigación en torno a la construcción de un concepto local. La “Responsabilidad Social” en México no podía ser la misma que en Suecia o en Francia y, con todo, había que encontrar los ejes globales que cruzaran los locales. Entonces, en 2002, cuatro sectores concurrieron a los debates: empresa, gobierno, academia y sociedad civil. En sesiones ejemplares del llamado “antagonismo cooperativo”, se fueron construyendo los fundamentos éticos, empresariales, sociales e incluso los políticos, sobre los cuales posar tanto los valores de la organización como el bien común; el desarrollo sustentable y las ganancias de los inversionistas.

El 1 de noviembre de 2010, las oficinas centrales de ISO publicaron por fin el estándar internacional ISO 26000 guía de prácticas de responsabilidad social (ISO, 2009). En Quebec se realizó, un año antes, en mayo de 2009, la penúltima reunión del Grupo de trabajo que desarrollo la Guía. En efecto, el grupo canadiense estuvo presente en todo el desarrollo del estándar e incluso sus comentarios solían ser de los más numerosos. El tema parece interesante para este intercambio México-Canadá: Oportunidades y Retos de la Cooperación para Cambio Climático y Energía en un contexto Norteamericano.  Desde septiembre de 2008, en Santiago de Chile cuando se realizó la VI Reunión Internacional del Grupo de Trabajo de ISO 2600, se preparó la reunión en Quebec, que habría de ser fundamental.

Constituido por 426 expertos, 170 observadores designados por 84 países y 40 organizaciones vinculadas como la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud, el Pacto Global de la Organización de las  Nacionales Unidas, Transparencia Internacional, La Red Puentes, Consumidores Internacionales, la Organización para el Comercio de de los Estados Desarrollados,  se trata del más concurrido, empoderado  e interesante Working Group de la International Standards Association. Es también el que más ha gastado en desarrollar un  estándar (las críticas a la huella ecológica no se hacen esperar). Así, ISO 26000 será el estándar más costoso en el sentido de recursos destinados a desarrollar una norma de aplicación voluntaria; o sea la RS será la norma en la que el mundo ha invertido más dinero.

El ISO 26000 integra la mayor y más significativa red para normalizar la RS en el mundo con la intención de instaurar los principios y los futuros sistemas de RS tanto en la administración organizacional como en la gestión sostenible, la educación y la administración gerencial. Tiene la finalidad de contribuir a la cultura mundial de la Responsabilidad Social; una de las mejores ofertas globales para la sostenibilidad, la paz, las finanzas sanas, el empleo digno, la promoción de los derechos humanos y del comercio justo, incluidos el cuidado del ambiente y el desarrollo de los grupos vulnerables. México es país fundador y acudió con la norma mexicana, una de las cinco que sentaron las bases para desarrollar el estándar internacional.

El Estado actual, limitado brutalmente en su capacidad de incidir en lo económico, se define por los 500 empresarios, por los tres directores de los bancos centrales del mundo occidental, hoy tenemos que reconocer que la política social debe plantearse resolver un enorme dilema: si el Estado de bienestar ofreció asegurar a todos contra la vejez, contra la falta de trabajo, contra la invalidez y que habría acciones compensatorias, el Estado del siglo XXI, a mi juicio, tiene que construir una propuesta que haga compatible dos principios centrales: sí, la responsabilidad individual, pero también la solidaridad con los otros… (Fuentes, 2005: 28)

Además de los líderes de ISO 26000 que son la delegación brasileña y la sueca, inauguraron las sesiones plenarias los ministros de Economía y del Trabajo de Chile. Presentaron los dos modelos de gestión de RS o aspectos de esta gestión en los respectivos  ministerios. Y discretamente, los asistentes a las reuniones de trabajo recibimos un disco compacto con el informe de Responsabilidad Social de las Fuerzas Armadas de Chile. Parece que ello revela la importancia del tema en América Latina y en el mundo. El grupo de trabajo ha aumentado en cada reunión, desde el centenar de delegados que acudimos a Brasil; a Chile llegaron casi 500 expertos en RS.

Gracias a los trabajos de RS, ahora ISO cuenta con 394 miembros, notablemente más de los que contaba antes de ISO 26000. Durante una semana se debatieron los miles de comentarios recibidos de todo el mundo sobre el borrador del estándar iniciado en Brasil, y revisado en Tailandia, Lisboa, Sydney, Viena (Hay además de las plenarias, reuniones temáticas, por grupos de interés, partes interesadas, de comités de traducción). Se decidió que llevar el borrador al siguiente paso, y se constituyó un subcomité redactor de un CD (Committee Draft).

En diciembre de 2008 se recibieron las propuestas  en el documento ISO/TMB WG SR N 157, identificado como ISO/CD 260001. Consta de más de un centenar de páginas; la traducción preliminar al español consta de 123 páginas. En México, durante enero y febrero de 2009 el Comité que atiende los asuntos de la ISO, llamado “espejo”, por ser correspondiente, revisó el CD y emitió comentarios, preparando la siguiente reunión2.  El Comité Canadiense que atiende los asuntos de ISO (Canadian Standards Body) albergó  la VII  ISO 26000 Working Group Meeting, en Quebec, en mayo de 2009. Contó con  la participación mexicana del Comité Técnico Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo (COTENSSAST/IMNC), a través de unos 10 delegados, que con el medio centenar de concurrentes, se integran en actividades correspondientes a los Stakeholders, o partes interesadas en RS. Para los trabajos de RS, ISO ha aceptado modificar las maneras de constituir los comités, es decir, las representaciones. Para las otras, los sectores o partes interesadas se limitaba a 4: industria, gobierno, academia, y organizaciones de la sociedad civil. La naturaleza e importancia de ISO 2600 requirió reconocer con un estatuto propio a interlocutores antes antagónicos de la industria; por ejemplo, el sector “trabajo” y el sector “consumidores”, que acuden con la misma capacidad de locución.

He aquí parte del informe presentado a la Dirección General de Normas, de los intereses mostrados en las reuniones  del sector Trabajo, integrados por sindicalistas y asociaciones de profesionales en lo laboral como uniones de Argentina, Italia, Singapur, Japón, Suecia. ISO ha tenido que atravesar airosamente los vendavales de una materia tan alejada de lo técnico como la RS. Y tras sufrir criticas durísimas y enfrentamientos insólitos, el consenso empezó a dar frutos cuando se establecieron nuevos parámetros acerca de quiénes deberían participar en la elaboración del estándar. Por más de medio siglo, los expertos de los comités técnicos se reconocían en cuatro grupos de interés que eran convocados por los organismos normalizadores: gobierno, industria, academia y sociedad civil organizada. Para las reuniones de trabajo de la ISO 26000, en Quebec se amplió la noción de partes interesadas para incluir a la sociedad. Y para la legitimidad del debate, se acordaron los siguientes sectores, por sus relevantes intereses y se ampliaron hasta seis categorías de partes interesadas: Consumidores, Gobierno, Industria, Trabajo, Organizaciones No Gubernamentales y  otros, (proveedores de servicios, Academia, investigadores y normalizadores).

En Quebec se debatieron los principios y las recomendaciones, calificarán las iniciativas y proyectos de RS en torno al desarrollo sustentable y la competitividad económica responsable, los marcos legales, los derechos humanos, la diversidad y la equidad de género, el acceso a los recurso, la restauración del ambiente, el manejo adecuado de la energía y otras cuestiones clave tratadas en ISO 26000 SR. Se habló de la rentabilidad de la RS, la gestión sostenible, la vinculación, la innovación tecnológica y vida digna, el diálogo intercultural/social, la ética glocal, el desarrollo de los derechos humanos y la competitividad responsable, la gerencia sostenible, entre otras. Mediante el diálogo social o el diálogo entre grupos de interés –stakeholder dialogue- con expertos mundiales en cuestiones de Responsabilidad Social Corporativa, se compartieron estrategias para el desarrollo económico regional, los mercados éticos, la gestión de la paz social, el control de riesgo, la gobernanza, la ciudadanía corporativa, los derechos humanos y la diversidad, la restauración ambiental, y el ecodiseño.

En la reunión canadiense se discutió el papel del gobierno,  el consenso quedó en que las obligaciones del Estado y las del Gobierno no han de ser soslayadas por las normas ISO. ISO 26000 no sustituye al gobierno. Con relación a los anexos3, se dijo que se contemplaran varias maneras de organizar las discusiones, y que se incluyeran las posibilidades globales tanto como las locales, y en orden alfabético para no privilegiar ninguna. Como iniciativas de RS se han de incluir sólo aquellas “intergovernmental”, y no han de usarse para condicionar la negociación colectiva. Más importante aún, en Quebec se logró que se aprobara la transición al borrador del documento, siempre y cuando los organismos de normalización garanticen que habrá una representatividad adecuada de Trabajo en los comités espejo y que las opiniones y aportaciones de Trabajo serán escuchadas.  Otros asuntos en los cuales hay que insistir comprenden la producción con sentido ético; revisar las lógicas perjudiciales y combatirlas con sentido social, asegurarse de que los representantes de trabajo realmente pertenezcan a ese sector, pedir a ISO que verifique que en los Comités espejo los procesos de toma de decisiones sean justos y equitativos, verificar que los Comités espejo tengan fondos para impulsar la RS de ISO 26000 localmente, y eso a  través del documento N131. También se acordó impulsar los códigos de buenas prácticas laborales, y evitar que la RS se use como recurso de marketing y de lavado de imagen.

La confusión entre RS y filantropía que se da en México obedece en realidad a un anacronismo, un anclaje en la tradición. La filantropía, el mecenazgo, la beneficencia se practicó hasta el siglo XIX. Era un acto generoso de aquel empresario o personaje notable y pudiente que deseaba regresar a la comunidad algo de lo que ésta le había dado. Suele reconocerse a esta filantropía o agradecimiento como RS de primera generación, y se remonta a los benefactores del siglo XIX, como el caso de la Fundación Mier y Pesado en México. En 1998, decía John Elkington en su libro Cannibals with Fork: The triple bottom line of 21st Century Busineess:

The concept of TBL demands that a company's responsibility be to stakeholders rather than shareholders. In this case, "stakeholders" refers to anyone who is influenced, either directly or indirectly, by the actions of the firm. According to the stakeholder theory, the business entity should be used as a vehicle for coordinating stakeholder interests, instead of maximizing shareholder (owner) profit. cfr Elkington, J. (1994) "Towards the sustainable corporation: Win-win-win business strategies for sustainable development", California Management Review 36, no. 2: 90-100

Para comprender el sentido de la RS global,  en el estándar internacional se precisa dejar de lado, superar el concepto de RS que impera en el ámbito mexicano, merced a la omnipresencia del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI); institución que centra la gestión socialmente responsable en el concepto limitado de filantropía, postura anacrónica, aunque muy rentable para algunos. ¿A quién beneficiará el rezago mexicano en la adopción de la propuesta de  ISO 2600?

Los modelos empresariales que suplen a las lógicas culturales en la familia, las costumbres, las prácticas educativas, el lenguaje y, me atrevería a suponer que en las últimas décadas del siglo son las principales fuentes de identidad y no sólo laboral, pues cada una se filtra más allá del trabajo, en la familia, y en las relaciones más íntimas del sujeto, gracias a los recursos publicitarios que aseguran la invasión empresarial en cada resquicio de la sociedad ofreciendo no sólo productos sino valores, saberes, modelos, formas de pensamiento, etc. Toda acción humana inyectada con un valor utilitar (Ramírez – Grajeda, 2005)

En México nos convendría saber que, más allá de la filantropía, están las propuestas expresadas en inglés con las llamadas tres Ps: People, Profit and Planet. La cuarta “P” es la de Políticas. La responsabilidad social corporativa  que originó la Responsabilidad Social organizacional encarna el cambio de paradigma que supuso la aceptación universal del principio del desarrollo sostenible . Vivir en sociedad implica pertenecer a una comunidad de la que se esperan y reciben ciertos beneficios; el binomio “dar—recibir” como pilar de nuestras transacciones, bien asumido, equilibra las obligaciones y los derechos y crea un ambiente favorable para el desarrollo del grupo tanto como para el disfrute de lo individual. Dar a cada quien lo que corresponda, recibir lo que corresponda, con miras a construir el bien común, la felicidad. La RS es, pues la respuesta que la organización ofrece ante la problemática de la cultura y la naturaleza donde se ubica, por el simple hecho de existir; y como organismo que integra ciudadanía, reconoce los derechos humanos, en especial los laborales, de todos y todas aquellas con quienes se relaciona, organización -empresa de seres humanos- en un espacio y un tiempo compartido por otros seres humanos y las demás criaturas, incluido el planeta. La RS va más allá de la generosidad o los valores cristianos para ubicarse en el reconocimiento y la reconversión de los impactos internos y externos del intercambio de bienes y personas, o sea de los ámbitos laborales, ambientales, comunitarios.

¿Qué espera un individuo de la sociedad? Respeto a la integridad física e intelectual que incluye lo necesario para el bienestar corporal tanto como la aceptación de ideas y creencias propias, argumentadas, razonadas, ilustradas con la experiencia y la tradición. Para dar y recibir bienes materiales que permitan educarnos más allá de lo familiar, cierta comodidad, atenciones a la salud, una vejez digna, hemos de participar todos y todas en la creación y distribución de la riqueza. Para ello, los que más tienen habrán de dar más. La generosidad, dar más allá de lo esperado, el llamado “valor añadido”, ni duda cabe, nos convertirá en una nación muy atractiva para la inversión y no sólo la extranjera. Más que declaraciones y decálogos apresuradamente asumidos, involuntariamente creados, el valor añadido en cada una de nuestras acciones, ayudará a fomentar el consumo local que nos conviene enriquecer. La gestión en las organizaciones reside en los administradores y también en el juego social que las posibilita, soporta, identifica y construye. Toda empresa requiere intercambio social, ya que la abundancia se nutre del entramado social donde se asienta la organización.  Tanto el capital humano de ésta, como los proveedores, clientes, productores, consumidores, autoridades, competidores, la sociedad en general y el medio ambiente son partes importantes para el buen funcionamiento de su sistema de gestión. Ante la cultura de calidad y la normatividad internacional, la complejidad de nuestras sociedades, en los procesos de normalización y certificación, presenta desafíos insólitos en términos de tal intercambio.  La noción de "responsabilidad social" convierte esos desafíos en propuestas interesantes para los sectores involucrados: industria, servicios, comercio, gobierno, academia, organismos no gubernamentales, entre otros. Nuestra vida está mostrando cada vez más la riqueza y variedad de las sociedades; esta diversidad alcanza a las organizaciones y sus actores. Por ello, todo mundo parece tener algo que decir acerca de las relaciones entre los diversos sectores y su entorno.

¿Cuál es el papel de la ética empresarial en la construcción de la sociedad actual? ¿Cuáles son los límites de la filantropía, del mecenazgo y del patronazgo? ¿Cómo convertir la escasez en abundancia? ¿De qué manera pueden perfilarse las respuestas empresariales a las causas sociales? ¿Cómo contribuyen la organización y la tecnología en la construcción de la igualdad de oportunidades? El debate sigue abierto, y ha llegado la hora de participar.


1 La mayoría de los documentos de ISO 26000 son ahora accesibles a todo público en www.iso.org./wgsr. También www.imnc.org.mx

2 De manera coordinada y casi simultánea se revisa la Norma Mexicana de Responsabilidad Social la NMX SAST 004---IMNC, cf, Diario Oficial de la Federación del 2 de septiembre de 2004, en el borrador  BT2- SAST-XX-IMNC-2009, N376. Espero otra ocasión para comentarla.

3 Se refiere a iniciativas de RS , ejemplares o modélicas, que orienten a los usuarios de ISO 26000.


Referencias bibliográficas

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Documentos Relacionados con la Responsabilidad Social de Algunos Organismos Supranacionales
Unión Europea (accesibles en la página de internet de la Unión Europea--www.europa.eu.int):
Asoea (2007) tomad de: http://asoea.azc.uam.mx/f_uam_mipymes/2foro.html
Green Paper Promoting a European framework for Corporate Social Responsibility (18/07/2001)

A business contribution to Sustainable Development (02/07/2002)
ABC of CSR instruments
EU CSR Forum final report
Mapping instruments for CSR
National CSR public policies
EU CSR Forum

Organización de las Naciones Unidas (accesibles en la página de internet de Las Naciones Unidas--www.un.org):

  • Carta Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
  • Declaración Universal sobre los Derechos Humanos
  • Convención de los Derechos de los Niños
  • Acuerdo Internacional sobre derechos civiles y políticos
  • Acuerdo Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de los Estados
  • Pacto Global desde la página www.unglobalcompact.org