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Nueva propuesta formativa-humanista en el área odontológica

Alicia Pons Bonals. Doctora en Ciencias de la Salud. Universidad de adscripción: Universidad Latina de México, catedrática investigadora en la Maestría de Odontología. País de origen: México. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. (52) 442 475 3901.

Leticia Pons Bonals. Doctora en Sociología. Universidad de adscripción: Universidad Autónoma de Chiapas. Investigadora invitada SNI-1 en la Maestría de Odontología en la Universidad Latina de México. País de origen: México. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. (52) 961 122 7515.

 

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Reseña:

El propósito de este artículo es reflexionar sobre la necesidad de mantener un sentido humanista en los procesos de formación profesional, de manera particular en la formación de odontólogos, basándose en las experiencias de las autoras (docentes de la Maestría en Odontología, Universidad Latina de México). Se abordan dos ejes de reflexión: el carácter humanista que asume la formación profesional y el dominio científico especializado requerido en cada área de conocimiento. Se concluye que la actualización de los procesos de formación en ésta área debe incluir las innovaciones científicas sin descuidar los principios del humanismo y de la ética profesional.

Palabras clave: pedagogía, odontología, humanismo, medicina basada en evidencias, investigación traslacional

 

Review:

The purpose of this article is to reflect on the need to maintain a humanistic sense in the professional training processes, particularly to the training of dentists, based on the experiences of the authors (teachers of the Master's in Dentistry, Universidad Latina de México). Two axes of reflection are addressed: the humanistic character assumed by the professional training and the specialized scientific domain required in each knowledgement area. It is concluded that the updating of training processes in this area should include scientific innovations without neglecting the principles of humanism and professional ethics..

Key words: pedagogy, dentistry, humanism, evidence-based, medicine, translational research

Introducción

articulo 4 2Dos problemas centrales a los que se enfrentan las instituciones de educación superior al contratar a los catedráticos que formarán a los futuros profesionistas en las diferentes áreas del conocimiento son los siguientes: a) la falta de conocimientos didácticos, aplicados en los procesos de enseñanza que tienen que poner en práctica y b) la falta de experiencia para enfrentarse a un grupo de estudiantes con diferentes características de aprendizaje. Esta situación lleva a reconocer la importancia que tiene el conocimiento pedagógico en tanto sustento filosófico que aboga por el sentido que tiene la educación, así como proceso de intervención práctica orientado a la formación de seres humanos (Vargas, 2006). Los cuestionamientos acerca de ¿para qué educar? y ¿cómo hacerlo?, trascienden los marcos de las distintas formaciones disciplinarias y nos colocan en una reflexión de orden superior, de carácter pedagógico.

En este trabajo aludimos en particular al sentido humanista que debe prevalecer en todo proceso de formación profesional. Una pedagogía de corte humanista considera que las personas que acuden a las aulas universitarias con propósitos de formación profesional no son sólo seres cognoscentes sino, ante todo, son seres humanos con emociones, sentimientos y personalidades diversas que entran en contacto con otros. La integralidad de un proceso formativo de corte humanista considera que es necesario el desarrollo de todas las potencialidades del ser humano, lo que involucra el sentir, el hacer y el examen de los saberes existentes con el objeto de llegar a la construcción de opciones válidas de autoconocimiento, reconocimiento de otras formas de pensar y desarrollo de la capacidad para tomar decisiones que contribuyan al crecimiento individual y social (Rogers, 1981).

Involucrados con la formación profesional se encuentran una serie de principios y pautas de actuación que integran la ética profesional. Nos referimos a la beneficencia (como búsqueda del bien a los que el profesionista sirve), la autonomía (capacidad del profesionista para tomar las decisiones más convenientes y pertinentes) y la justicia que se expresa como compromiso con la justicia y el desarrollo social (Hortal, 2002). De ahí que las instituciones de educación superior, responsables de formar a los profesionistas en las diversas áreas de conocimiento, asuman estos principios y los expresen en sus lemas. Para el caso de la Universidad Latina de México, espacio desde el cual se plantea esta reflexión, el lema es “Age Qvod agis” (“Lo que estás haciendo, hazlo bien”).

A continuación, proponemos dos ejes de reflexión sobre la formación profesional de los odontólogos. El primero se refiere a la relación docente-estudiante; el segundo a la incorporación de los avances que en el campo de la medicina están impactando en la formación e investigación. En las conclusiones se plantea que la necesidad de actualizar las prácticas pedagógicas en la formación de odontólogos, incorporando las innovaciones del campo de las ciencias médicas, no debe llevar a perder el sentido humanista de esta profesión.

Relación docente-estudiante: aprendizaje mutuo

La perspectiva humanista en el proceso de formación de odontólogos conlleva el establecimiento de relaciones de respeto que tomen como base una formación ética profesional con sentido humanista. En esta, los docentes se presentan como facilitadores o mediadores de los saberes, pero también como promotores de experiencias de aprendizaje que asumen el diálogo, la discusión y el aprendizaje permanente como medios de interacción. El aprendizaje se construye así, como un proceso colectivo, comprometido y ético, en el que se construyen conocimientos pertinentes al contexto de su producción y aplicación.

Es necesario aclarar que el aprendizaje no se construye sólo por parte de los estudiantes, sino que involucra a los mismos docentes. Durante el proceso educativo, el docente busca cumplir y proyectar programas propuestos, perfeccionando las técnicas pedagógicas que le permitan, siguiendo los principios que caracterizan un actuar ético, tomar decisiones correctas en su actividad diaria (Touriñan López, 2011), buscando transformar la “información en conocimiento y el conocimiento en educación” (Touriñán, 2015, p.13) de acuerdo a cada área de estudio.

En un principio tendrá que hacer uso de la información adquirida previamente, de cómo él aprendió, de los métodos que considere le sirvieron más en su formación, transformando estas experiencias en conocimientos; en un segundo momento se irá adentrando poco a poco en los procesos de enseñanza-aprendizaje, se servirá de material didáctico, tomará cursos de pedagogía, hará uso de las nuevas tecnologías de la información y conocimiento para lograr los propósitos educativos (Touriñán, 2015, p.8).

En el cumplimiento de su tarea pedagógica, el docente tiene que hacer uso de información de actualidad, no quedarse con lo aprendido en su propia formación; en otras palabras, tendrá que adaptar el contenido programático de su asignatura, ya que día a día se descubren nuevas drogas, nuevos tratamientos, nuevas formas de tratar un padecimiento y que gracias a los avances tecnológicos se puede encontrar al momento información que en la década pasada tomaba mucho tiempo de acceder para mantenerse actualizado.

Incorporación de avances recientes en el área médica

articulo 4 3En el campo de las ciencias médicas, encontramos que a partir de finales del siglo pasado se ha venido trabajando el concepto “Medicina Basada en Evidencias”, concepto que surge gracias a los trabajos publicados del Dr. Archi Cochrane, ginecólogo inglés, quien en su libro “Effectiveness and Efficiency: random reflections on health services” (Efectividad y eficiencia: reflexiones al azar en los servicios de salud) menciona que el profesional médico podía mejorar la asistencia social mediante la aplicación del método científico, al valorar la proyección y tratamientos observados en los ensayos clínicos 1 ya que no se puede brindar un servicio público eficiente sin que sea efectivo (Bonfill, Gabriel, & Cabello, 1997; Cardozo Montilla, Sorate Marcano, & Herrera Galarraga, 2009).

Sus hallazgos no tuvieron gran auge, hasta que en el año 1992, cuando algunos catedráticos, entre ellos el Dr. David Sackett, de la Universidad de McMaster, Canadá publican un artículo en la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA, por sus siglas en inglés) en donde refieren una nueva forma de educar y ejercer la medicina (Bonfill et al., 1997; Cardozo Montilla et al., 2009).

En el año de 1991 se define a la Medicina Basada en Evidencias como el “uso consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible, obtenida a través de un proceso sistemático, para la toma de decisiones en pacientes individuales” (Cardozo Montilla et al., 2009).

Esta nueva forma conlleva la búsqueda de la mejor evidencia científica, lográndose mediante una revisión exhaustiva y crítica del tema de interés en bases de datos que reúnan este material (MEDLINE/Pubmed, Embase, SciELO, Web of Knowledge, CINHAL y LILACS, Cochrane, etc.). En esta revisión se incluye la investigación del nivel de impacto con que cuente la fuente de publicación, el impacto de los autores, y la lectura crítica de cada una de las partes del artículo.

Estas innovaciones llevan al docente a conducir un proceso de enseñanza que involucra no solo los conocimientos y manejo de procedimientos técnicos sino, sobre todo, los principios éticos que permitirán a sus estudiantes decidir qué es lo mejor para sus pacientes; el estudiante deberá aplicar los conocimientos y valores aprendidos al realizar el diagnóstico e instituir el plan de tratamiento de sus pacientes.

A partir del año 2000 ha surgido otro término relacionado, la Investigación Traslacional, definida como “aquella investigación aplicada y comprehensiva que pretende traducir el conocimiento científico disponible para hacerlo útil a la población” (Cabieses & Espinoza, 2012, p.289) en donde los servicios de salud pública se benefician en cuanto a su efectividad y eficiencia, sin dejar de lado el factor humanista de la medicina.

De acuerdo a Cabieses y Espinoza (2012), esta investigación se divide en tres etapas, la primera de ellas comprende la revisión de la teoría de la ciencia básica y de los ensayos clínicos controlados. En la segunda se observan las intervenciones que se han realizado en ciertas poblaciones y las medidas gubernamentales que se han seguido y en una tercera etapa se observan los mejoramientos y nuevas propuestas para la sociedad.

Conclusión

articulo 4 4Hoy en día las universidades encargadas de la formación profesional de los odontólogos, incluida la Universidad Latina de México, están cambiando sus programas educativos integrando la Medicina Basada en Evidencias y los avances de la Investigación Traslacional. Manteniendo un enfoque humanista en la formación de los odontólogos, la incorporación de estas innovaciones debe darse sobre la base de los principios éticos profesionales.

Las tendencias actuales que llevan a docentes y a estudiantes a buscar de manera sistemática las bases científicas, así como aplicar los últimos avances en los tratamientos de sus pacientes pretenden que estos profesionistas brinden un mejor servicio (Cabieses & Espinoza, 2012; Cardozo Montilla et al., 2009, 2009; Jiménez Paneque, 2012). Debe entenderse que el aprendizaje de los procedimientos de indagación de las mejores evidencias y la aplicación de las técnicas avanzadas para atender los problemas de salud bucal no debe dejar de lado la ética profesional que dota de sentido humanista a esta profesión.

El enfoque pedagógico humanista promueve que el alumno pase de ser un oyente pasivo a ser participante activo en donde después de realizar una revisión sistemática y una lectura crítica, adquiere los conocimientos científicos actuales y necesarios para decidir el tratamiento específico que requiere su paciente; esta dinámica, permite tanto al docente como al alumno el establecimiento de un diálogo crítico y el intercambio de opiniones durante la clase.

Es de suma importancia que los futuros profesionistas sean personas comprometidas con la sociedad y su entorno, personas críticas capaces de tomar las decisiones más adecuadas para ejercer su profesión atendiendo al desarrollo de la humanidad. Una tarea fundamental de las instituciones de educación superior es mantener actualizados sus planes y programas de estudio sin que esto afecte el sentido humanista y la ética profesional.

Para hacer efectivo el lema de la Universidad Latina de México “Age qvod agis”, en la Maestría en Odontología se busca formar a los alumnos incorporando los procedimientos de indagación de la mejor evidencia científica, sin dejar de lado los principios humanistas que orientan esta profesión hacia la prestación de servicios de salud bucal que permitan el bienestar social.

Referencias bibliográficas

Bonfill, X., Gabriel, R., & Cabello, J. (1997). La medicina basada en la evidencia. Revista Española de Cardiología, 50(12), 819–825.

Cabieses, B., & Espinoza, M. (2012). Hacia un nuevo marco conceptual de investigación en salud en Chile: una propuesta. Revista Médica de Chile, 140(1), 125–127. https://doi.org/10.4067/S0034-98872012000100020

Cardozo Montilla, M. A., Sorate Marcano, Y., & Herrera Galarraga, M. (2009). Odontología basada en la evidencia: paradigma del siglo XXI. Acta Odontológica Venezolana, 47(2), 467–473.

Hortal, A. (2002). Ética general de las profesiones. Bilbao: Desclée.

Jiménez Paneque, R. E. (2012). Medicina basada en la evidencia, origen, verdades, falacias y aceptación en Cuba. Revista Cubana de Salud Pública, 38, 702–713.

Lazcano-Ponce, E., Salazar-Martínez, E., Gutiérrez-Castrellón, P., Angeles-Llerenas, A., Hernández-Garduño, A., & Viramontes, J. L. (2004). Ensayos clínicos aleatorizados: variantes, métodos de aleatorización, análisis, consideraciones éticas y regulación. Salud Pública de México, 46(6), 559–584.

Rogers, C. (1981). Psicoterapia centrada en el cliente. España: Paidós.

Touriñan López, J. M. (2011). Intervención educativa, intervención pedagógica y educación: La mirada pedagógica. Revista Portuguesa de Pedagogía, 283–307.

Touriñán López, J. M. (2015). Pedagogía mesoaxiológica y concepto de educación. Santiago de Compostela (A Coruña: Andavira.

Universidad Latina de México. (n.d.). Universidad Latina de México. Retrieved from http://www.ulm.edu.mx/index.php?option=com_content&task=category§ionid=&id=0&Itemid=110

Vargas G., G. (2006). Filosofía, pedagogía y tecnología. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.


1 “Un ensayo clínico es un experimento controlado en voluntarios humanos que se utiliza para evaluar la seguridad y eficacia de tratamientos o intervenciones contra enfermedades y problemas de salud de cualquier tipo; así como para determinar efectos farmacológicos, farmacocinéticos o farmacodinámicos de nuevos productos terapéuticos, incluyendo el estudio de sus reacciones adversas” (Lazcano-Ponce et al., 2004).