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Los valores una forma de vida sustentada en compromisos éticos de todos los actores sociales

coepes-compromisos-eticos-socialesAutores

Lic. José de Jesús Cantero.
Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato.
Docente.

Mtro. Enrique Herrera Rendón.
Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato.
Docente.

Lic. Margarita Morales.
Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato.
Docente.

Mtro. Pablo Antonio Preciado Mejía.
Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato.
Docente.

Lic. Francisco Venegas Luna.
Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato.
Docente.

Resumen

El presente artículo es el resultado del trabajo colegiado de la academia de Ciencias Sociales énfasis en lo educativo de la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato, en donde se hace una revisión y análisis de cómo podemos contribuir al  desarrollo de los valores como una forma de vida que apoye al crecimiento de la personas, de la sociedad y de nuestras instituciones educativas para una mayor calidad de vida de forma integral, en donde todos los actores colaboren en el equilibrio entre naturaleza y desarrollo social.

En la participación de los diferentes actores sociales se encuentran la familia, la sociedad, los medios de comunicación y la política como elementos que promueven los valores y diseñan estrategias para que se vivan a través de planes, programas y proyectos, son estos actores a través de los cuales podemos formar el sentido ético de los jóvenes entendiéndolo como la capacidad de sensibilizar y preocuparse por el entorno, por el cuidado del mismo.

Palabras clave

Valores, Medio Ambiente, Sustentabilidad

En México desde los años 90 existen políticas que hablan del cuidado del medio ambiente a través del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 con un eje en sustentabilidad ambiental y el Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como su planeación sectorial donde se integra el punto 6.2. Educación y cultura ambiental para la sustentabilidad y el punto 7.4 donde se integra la participación ciudadana, transparencia, género y etnia, pero es necesario preguntarnos, cuántas personas los conocen, cuántas instituciones conocen el programa, quién lo ha leído,  se está haciendo algo, se asume, se integra a los programas institucionales o planes de desarrollo institucional; la realidad nos dice que no.

Entre nuestras instituciones -al menos en el sector educativo- son pocas las que cuentan con programas integrales de separación de basura, no se tienen programas de ahorro de energía, no se recicla, no se reforesta, no se tiene procesamiento de materia orgánica en compostas, en pocas palabras, tenemos poca conciencia ecológica.

Ante esta situación visualizando cómo se puede generar conciencia e iniciar a actuar se propone que tanto en la familia, la escuela, instituciones públicas y privadas de la sociedad se inicia con proyectos sustentables, los cuales no son costosos a través de las siguientes acciones:

  1. Se puede aprovechar el agua de lluvia con tinacos de almacenaje bajo las canales para su posterior uso.
  2. El agua de lavado de baños se puede canalizar para su reutilización en áreas verdes o aseo de espacios de concreto o uso de sanitarios.
  3. En caso de contar con espacios verdes, utilizar las propias semillas que generan las plantas para reforestación.
  4. Separación de materiales vidrio, PET, papel, cartón y aluminio para su venta ya que estos se pueden reutilizar hasta en tres ocasiones, las ganancias se pueden utilizar en el propio proyecto sustentable.
  5. Evitar el uso de materiales desechables como es la nieve seca que tarda un largo periodo en degradarse.
  6. Creación de  compostas para la elaboración de abono a utilizarse en los árboles y plantas de espacios verdes con los que se cuenta.
  7. Limpiar los espacios de manera frecuente evitando la acumulación de basura.
  8. Aprovechar la energía solar.


Si seguimos estos ocho consejos podremos tener una mayor conciencia, un ambiente saludable y sano, pero debe iniciar en la familia, para que el hábito de reciclar, reutilizar y separar sea parte de las acciones que realizamos en la vida cotidiana, se integre a nuestra cultura y se pueda posteriormente ver reflejada en conductas de cuidado y ecología.

Por otro lado, la escuela debe promover y reforzar estos hábitos iniciados en la familia, a través de la separación de la basura, de programas de reforzamiento del  cuidado del medio ambiente, integrar la política gubernamental a través de programas federales, estatales, tratados internacionales, es decir ser participe y gestor de la prevención con iniciativas propias o de otras instituciones como es la de Carta de la tierra, el Programa Nacional del Medio Ambiente y Recurso Naturales. Asimismo, las secretarias de Educación y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, deben promover acciones en la llamada Alianza para la Calidad de la Educación como parte de la política educativa actual que redunde en un programa integral de prevención, estableciendo estímulos y apoyos a las instituciones que cuenten con programas de cuidado al medio ambiente, el valorar la vida en sus diferentes manifestaciones y convivir con ella, es decir actuar, tomar iniciativas, hacer que las cosas sucedan. Si retomamos la función de los valores en cada persona y grupo social éstos tiene que ver con el establecimiento de reglas, convicciones,  criterios  de comportamiento aceptados socialmente que permitan a través del respeto y la corresponsabilidad la convivencia.

Es en este sentido en que los diferentes actores sociales que participan en el proceso educativo tienen un papel importante en el desarrollo de la jerarquía de valores de los jóvenes a través de la promoción del  respeto, la responsabilidad, la corresponsabilidad, la justicia y la equidad. Es decir, que de nuestro actuar se derivan una serie de circunstancias de las cuales somos corresponsables entre los daños actuales al medio ambiente, entre los que encontramos: el calentamiento global, la contaminación, el desarrollo de crisis epidemiológicas, el deterioro de la capa de ozono y el deshielo de los polos; consecuencia de la carencia de responsabilidad con el  medio ambiente, a su invasión, a su destrucción, a la falta de respeto de espacios verdes, de especies de flora y fauna así como al crecimiento de las ciudades de concreto que generan un gran derroche de energía, a la invasión de cauces de ríos, en cierta forma a la violación de la naturaleza que reclama sus espacios.

Estas problemáticas las podríamos resolver si cada uno de los actores de la sociedad realizará programas preventivos, pensando siempre en el futuro y sus consecuencias, no permanecer pasivos como si nada pasara, o como si los efectos del deterioro ambiental y climático nunca nos fueran a tocar; el Estado puede plantear políticas pero si no las asumimos como propias, si no estamos convencidos, la políticas ambientales pueden generarse sin tener ninguna respuesta y efecto preventivo.

En relación a la sociedad, promover el cuidado, vigilancia, mantenimiento de las áreas verdes con que se cuenta, y la participación decidida por el crecimiento de las mismas como una forma de respeto a la naturaleza y convivencia con el ser humano, ya que existe una interdependencia para la sobrevivencia. Necesitamos entender y cultivar las dinámicas, elementos, estructuras y fenómenos naturales que sustentan la estabilidad y productividad de la biósfera como sistema integrado, del cual formamos parte.

En la política generada para el cuidado del medio ambiente, es necesario que baje y se desarrolle en todos los sectores de la sociedad con el registro, la obligatoriedad de programas que estos sean supervisados, apoyados, evaluados y fortalecidos por las Secretaria del Medio Ambiente, pero sin simulaciones y con el reconocimiento y estimulación a los agentes que verdaderamente estén siendo corresponsables.

Los valores se viven, se aprenden viviéndolos, se deben integrar en el ser, en aprender, en el hacer y en la convivencia,  no los podemos comprar en ferias de valores, si se inicia este ejercicio en  la familia y en la escuela podemos tener en el futuro ciudadanos que se preocupen por el medio ambiente, que realicen acciones para el cuidado de los recursos naturales y que emprendan acciones de sustentabilidad en sus propios hogares.

El reto es grande para el sistema educativo, donde en planes y programas de estudio deben de integrar el desarrollo de competencias para el cuidado del medio ambiente, crear el espíritu de prevención no sólo en el alumno sino en el docente y en la institución educativa, en el desarrollo de hábitos, en la cultura, en las actitudes de civilización y en la convivencia diaria.

Retomando a Juan Pablo Orrego (2010) que afirma: “Hay que recordar que la cultura precede al Estado o Nación, el Estado se genera desde la cultura y no a la inversa, la cultura surge gradualmente desde abajo a partir de la interacción libre y creativa de un grupo humano, y de éste con su entorno”.

Asimismo Orrego comenta que si la cultura precede al Estado, un Estado armonioso y una sociedad armoniosa son consecuencia de una cultura armoniosa. La cultura está basada en valores que necesitan ser internalizados culturalmente e institucionalizados socialmente, por lo tanto los valores son transmitidos a través de la educación familiar y social, pero también tienen un papel importante los dueños de la producción al ir generado tecnología que no contamine el medio ambiente y la inversión en programas preventivos, la producción con ética y con un gran sentido de responsabilidad.

A la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato como formadora de docentes del nivel de secundaria tiene el gran reto que desde la formación inicial de los profesores desarrollen  conciencia, convicción para que estos sean promotores de la prevención y de la aplicación de acciones para el cuidado del medio ambiente, para lo cual es necesario que retome su participación decidida en el programa Carta de la Tierra, además que a través de la especialidad Biología y Química de la Licenciatura en Educación Secundaria, se desarrollen iniciativas a través de programas de Servicio Social Estudiantil.

Proposiciones para un mejor desarrollo sustentable

Es necesario que agentes de los medios de comunicación que impactan en la juventud del país promuevan acciones, tratando de concientizar a la población para que a través de diferentes frentes se generen los cambios que el país requiere con gran urgencia para afrontar el futuro.

Todos somos corresponsables de los cambios, de no actuar, la naturaleza nos ha enseñado a respetarla y en su momento a pasarnos la factura con intereses llevándonos al arrepentimiento por no haber actuado de manera responsable, la prevención está en nuestras manos, no esperemos que los hechos nos alcancen.

La educación juega un papel muy importante para el desarrollo de una sociedad y existe el consenso mundial en los gobiernos del papel de la educación como uno de los principales motores que permite lograr que la humanidad pueda dirigir cabalmente su propio destino.


Referencias bibliográficas

Herrera Rendón, Enrique. “Valores y sustentabilidad”. ENSOG. Ponencia 5º.Congreso Educación SNTE. 2011.

Orrego S, Juan Pablo. Cultura, “Valores y Educación para el Desarrollo Sustentable”. Consejo de Desarrollo Sustentable. Comisión Nacional del Medio Ambiente, Santiago de Chile.

Osorio Vargas, Jorge. “El ambiente, sustentabilidad y valores democráticos. Revista sustentabilidad”. Mayo 2011 Santiago de Chile.

Preciado Mejía, Pablo Antonio. “Educación y sociedad”. ENSOG. Ponencia 5º. Congreso Educación. SNTE 2011.

SEMARNAT. Plan Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2007-2012. México 1998.

Venegas Luna, Francisco. “Los empresarios por la educación” ENSOG. Ponencia 5º. Congreso Educación. SNTE 2011.