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Alternativas educativas para las nuevas generaciones

Autor
Luz María De Alba Teniente, alumna de la Maestría en Educación en Universidad del Valle de Atemajac UNIVA. Docente nivel secundaria y Coordinadora de Difusión Cultural en La Salle campus San Francisco del Rincón.
Mexicana.
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Estudiar no es un acto de consumir ideas,
Sino de crearlas y recrearlas
Paulo Freire

Reseña

El presente documento muestra un panorama general de los diferentes actores educativos, estudiantes, - instituciones- programas - docentes. Visualizando a las nuevas generaciones de jóvenes, quienes tendrán que enfrentar un mundo lleno de retos, para los cuales se requieren propuestas innovadoras que den respuesta a los nuevos tiempos.

Abstract

This document shows an overview of the different educational actors, students, - institutions - programs - teachers. Visualizing the new generations of young people, who will have to face a world full of challenges, for which innovative proposals that respond to the new times are required.

Palabras clave: Política educativa, jóvenes, programa, alternativas de educación.

 

Desafíos de los nuevos tiempos

articulo 4 1

Vivimos una sociedad globalizada, posmoderna, líquida, vacía, de rapidez y flujo constante, con alumnos que presentan carencias sustanciales de conocimientos, pero ¿qué conocimientos son los que ellos requieren?, ¿qué tipo de alumnos necesitamos?, ¿qué docentes se requieren para esos alumnos?

Pareciera como si tuvieran que hacerse trajes a la medida, las formas de observar y comprender la realidad pueden analizarse desde diferentes ángulos, pero muchas realidades son compartidas, por ejemplo, en uno de los informes de la OCDE de 2016, uno de cada seis jóvenes de entre 25 y 34 años no han completado la educación media, por lo que enfrentan dificultades para adquirir empleos (OCDE, 2016). Esta misma situación se repite cuando se observa que también uno de cada seis jóvenes no trabaja ni estudia, los llamados “Ninis”, jóvenes que buscan empleo activamente, siendo la mayor parte de éstos, mujeres con cuatro veces más posibilidades que los hombres de quedarse en casa, la razón principal son los embarazos adolescentes. (OCEDE, 2016) .

Esto representa una dificultad ya sea, para encontrar trabajo o capacitarse para obtener una remuneración, por lo que la deserción escolar sigue considerándose un problema.

Siguiendo con la estadística según los indicadores del INEGI, la escolaridad promedio de jóvenes en México es de 9.1 grados, lo que significa poco más de la secundaria concluida. En el estado de Guanajuato, es del 8.4 (INEGI, 2015) sólo por arriba de Veracruz, Michoacán, Guerrero Oaxaca y Chiapas, muy por debajo de la media nacional. Situación que determina bajos ingresos y tasas de desempleo altos.

Es indiscutible que los retos son gigantescos. Y las distintas problemáticas se pueden vislumbrar desde la población con bajos niveles educativos, como en los estudiantes de media superior y superior. Pero ¿qué rescatar para buscar soluciones a tales retos?

Los cambios en las políticas públicas que se establecen la Nueva Reforma Educativa, por ejemplo, se menciona una formación integral donde se ponga en manifiesto el educar para la libertad y la creatividad intentando generar mejores condiciones de aprendizaje y resignificando los conocimientos para intervenir la realidad. Educar para la creatividad, involucra tener la flexibilidad para adaptarse a los cambios, resolviendo cada obstáculo que el alumno presenta, desarrollándolo conforme se va enfrentado a las circunstancias, siendo conscientes de la incertidumbre en la que estamos viviendo, pero para ello es necesario que la misma formación establezca los retos o los caminos a problematizar.

Sin embargo, como dice Martín Barbero, el pensamiento nos ata todavía al pasado, al mundo tal como existía en la época de nuestra infancia y juventud, (Barbero, 1997). La forma de enseñar se ancla a los libros tal y como los conocemos, a los relatos lineales, a los exámenes escritos como formas de evaluar, las mismas instituciones educativas se suscriben a las formas ya conocidas porque en un contra dicho es lo que requieren para justificar o bien controlar lo que se enseña, a pesar de que puedan llamarse instituciones constructivistas o bien innovadoras.

Dice Freire, “la palabra inauténtica, es la que no puede transformar la realidad y resulta de la dicotomía entre sus elementos constitutivos” (Freire, Pedagogía del oprimido, 2002), pág. 70, es decir, si no es una palabra activa, sacrifica la reflexión y con ello se convierte en puro verbalismo, en una palabra hueca sin verdadero compromiso de transformación social, por lo contrario si esta palabra es reflexiva, se convierte en activismo. Creo entonces que se debe tener palabras activas, para generar un referente que dé pie a la transformación del mundo que nos rodea. Generar palabras activas en los estudiantes, activar el diálogo como un compromiso de liberación. Palabras verdaderas que den cabida a los cambios que transformen, que desde la pronunciación de la palabra “mundo” ya se esté transformando, porque se comenzarán a generar otros significados (Freire, Pedagogía del oprimido, 2002).

Buscar el equilibrio para guiar esos relatos que los alumnos ya producen en un instrumento creativo con mejores argumentos, con mayores contenidos con más calidad,
conectando nuevos significados para que verdaderamente se vuelva un conocimiento, un aprendizaje permanente y una transformación social de liberación, una transformación de su mundo.

Los jóvenes de los nuevos tiempos

articulo 4 2Entre los estudios juvenológicos se encuentra una gran cantidad de investigaciones relacionadas con la educación de los jóvenes en nuestro país, desde este punto de vista la categorización de análisis está determinada por los rasgos sociodemográficos, el trabajo, la inserción a la vida laboral y sus propias condiciones, estado civil, nivel de ingreso, prácticas escolares, entre otros, a su vez algunas líneas de investigación apuntan a los planes y programas de estudio como indicadores para introducir a los jóvenes a la vida laboral (Mendoza Enriquez, 2011).

No obstante la realidad juvenil se visualiza con alta complejidad, pues intervienen factores como la oferta y la demanda laboral, la clase social, el nivel educativo, el género, las características del hogar de procedencia, entre otras (ibíd.) Hecho que se ha traducido como los jóvenes de clase alta con niveles de preparación por encima de la media, en el que compiten ventajosamente en el mercado laboral (INEGI y STPS 1995 en Mendiza Enriquez 2011), en comparación con los jóvenes de clases bajas que carecen de una formación adecuada, por lo que no desarrollan a plenitud las diferentes capacidades y habilidades, lo que conlleva a emplearse en trabajos que requieren escasa preparación profesional y esto se traduce labores de condiciones precarias matizadas por la inseguridad (Mendoza Enriquez, 2011).

Rosana Reguillo (2013) por su parte, ha trabajado en las características de las juventudes, situándolos en cinco diferentes categorías:

  1. El circuito invisible, la carente de opciones, como el ejército de migrantes.
  2. Los asimilados, jóvenes que han asumido condiciones de dificultad para incorporarse a la vida laboral, trabajos sucios, peligrosos y denigrantes.
  3. El tercer circuito es el de los jóvenes que transitan en el narcotráfico, la violencia y el crimen organizado, como forma de acceso y afirmación social, llamándolo “sicariar”.
  4. El cuarto circuito es el de los incorporados, los que gozan de las garantías sociales y formas de inserción educativa y laboral.
  5. Circuito de jóvenes de privilegio, conectados al mundo con capital social y cultural.

Situando dicha realidad en una perspectiva educativa, el grupo de atención desde las instituciones educativas y desde la visión de los docentes es el circuito de los incorporados, niñas, niños y jóvenes que tendrán oportunidad para continuar formándose, y son ellos los que podrán tener la ventaja de transformación, siempre y cuando tengan la posibilidad de optar por decisiones que posibiliten un cambio, y no el de elegir por cambiar de circuito al de “sicariar”, o bien sean los jóvenes de privilegio que sigan estudiando y que decidan conectarse con el narcotráfico en esferas de alto poder como algunos de sus familiares lo estén haciendo ahora.

La brecha es muy estrecha, cuando en los imaginarios idealizan a los cabecillas como héroes que cambian al mundo, como Pablo Escobar o el Chapo Guzmán, y en gran medida esta tendencia está enmarcada por las series de televisión, sus redes sociales, bloggeros o youtubers, a los cuales siguen, por todos los códigos y significados compartidos en sus propios contextos, entonces como facilitadores del conocimiento y de ese compromiso de cambio, el reto se vuelve mucho mayor.

Además, no hay que perder de vista los otros dos circuitos, los jóvenes no visibles que se encuentran en comunidades alejadas, que están en condiciones de pobreza extrema o que migran y los asimilados que viven sus propias luchas para subsistir también. La apuesta es por apoyar a transitar o involucrar a los demás circuitos de niñas, niños y jóvenes; el cómo hacerlo, esa es la incógnita.

Alternativas de educación

Para poder comprender la relevancia de ofertar educación que no sólo sea universitaria pero si profesional y que dé respuesta a las demandas de las nuevas generaciones, es importante tener conocimiento del pasado y de la situación que se vivía en el momento de su creación. En este sentido se realiza un corto recorrido por lo que llamaban escuelas de “Artes y Oficios” y la explosión de las escuelas tecnológicas para fines industriales.

En el siglo XIX se tenía en mente como parte de la propuesta de crecimiento urbano el desarrollo de una educación artesanal y de los diferentes proyectos orientados a la implantación del trabajo manufacturero. Herrera Feria, 2002, en (González Villalobos, 2012), menciona que dicho pensamiento se alimentó como estrategia de educación artesanal y que fueron muy utilizadas como parte del nacimiento de un estado liberal.

Conforme pasó en tiempo y la vida en México se fue industrializando, se crearon diferentes instancias educativas que iban enfocadas a la educación técnica para que de ahí saliera la mano de obra hacia las fábricas e industrias. A pesar de que en sus comienzos la escuela de Artes y Oficios sólo pretendía que la gente de pocos recursos tuviera una actividad, ya sea buscando una modificación de la conducta de quienes que no tenían representación, (González Villalobos, 2012), pág. 153, ahora se convierte en una alternativa para tener un pase directo hacia la vinculación con el empleo.

Propuesta dando empuje a las escuelas de Artes y Oficios. Diferencia entre escuelas de oficios y los SETIS, CEBETIS o CONALEPS

Si bien las escuelas técnicas de media superior están vinculadas con la industria, y los estudiantes concluyen ya incorporados a la vida laboral, lo relevante o distinto sería que nuevos programas pudieran tener mayor proyección no sólo una ocupación netamente operativa, e instituciones ancladas en la industria, cuando estas generaciones nacieron conectadas y con prácticas de aprendizaje abiertas.

Se requieren programas que den respuesta hacia una intervención de la realidad de manera práctica y eficiente, programas enfocados también a las artes, que den respuesta a la ciencia y a la resolución de problemas desde la intervención de un pensamiento divergente. Habrá que considerar que los programas tendrían que ser más prácticos, pero en esa practicidad también generar nuevos conocimientos, nuevas formas de realizar actividades enfocadas a desempeñar un papel no operativo sino proactivo ante la sociedad. Entonces las universidades deben dar respuesta a una formación para el “saber hacer” desde lo intangible (porque estos son los retos), con alumnos que tendrán que anticiparse a las necesidades de la realidad.

Programas incluyentes en las artes y oficios para los nuevos tiempos como educación alterna no sólo para personas de escasos recursos que no alcanzan una movilidad social, sino que dé respuesta a sus propias limitaciones, a los problemas que enfrentan día con día y que además vaya generando investigación, en otras palabras reorganizar sus propias experiencias desde un portafolio de obras propias que visualicen el futuro, en vez de diseñar un resumen (CV), que se vincula al pasado, posibilitando a los estudiantes encontrar mayores parámetros de empleabilidad. (Lara, 2015)

A manera de conclusión

En la agenda pública, se hace un llamado a las universidades para responder a los retos educativos que se enfrentan actualmente desde la complejidad, la empleabilidad, la innovación y la competitividad. (Vicenteño, 2018). Los modelos de Educación Superior están pasando por una crisis que debe ser atendida desde estrategias que miren el pasado solo para construir futuros que ayuden a navegar por las incertidumbres, no desde un plano sólido y estancado sino desde la fluidez de los nuevos tiempos en los que las nuevas generaciones se encuentran inmersos.

Bibliografía

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Lara, T. (2015). ¿Qué universidades ¿para quiénes? El modelo de Educación Superior en crisis. Revista de estudios de juventud 2020, 51 -59.
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UNESCO. (2017). Educación para el siglo XXI. Objetivos de desarrollo sostenible, marco de acción en la educación 2030. http://es.unesco.org/themes/education-21st-century
Vicenteño, D. (06 de 02 de 2018). Periódico Excelsior. Recuperado el 27 de 03 de 2018, de Universidades deben construir nueva agenda de educación: SEP: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2018/02/06/1218600