La internacionalización y la interculturalidad: un contexto general sobre la vivencia que puede tener un estudiante en otro país

Reseña

Para que una persona adquiera habilidades y una mentalidad acordes a los nuevos cambios globales, no sólo requiere de los estudios especializados que ofrecen las diferentes carreras, maestrías y doctorados que ofertan las instituciones educativas. La forma más lógica es incluir dentro de los planes de estudio lo que se conoce como elementos de movilidad internacional, es decir, la realización de estadías en instituciones o empresas fuera del país. De esta forma se asegura la formación de capital humano con un alto grado de competitividad, actitud y compromiso social ante un mundo globalizado.

Cada Institución de educación superior tiene sus políticas de calidad con respecto al nivel educativo que se espera de sus estudiantes, sin embargo, dependiendo del contexto y los recursos con los que cuenta la institución, no es fácil contemplar dentro de sus planes una movilidad internacional masiva que permita a los alumnos adquirir competencias adicionales y vivir una experiencia multicultural fuera del país. Quienes lo hacen, son jóvenes que han tenido un desempeño académico sobresaliente y el valor de aventurarse fuera de su hogar por un periodo de tiempo considerable.

Los jóvenes que han vivido una experiencia de movilidad internacional, regresan no sólo con nuevos conocimientos, sino con una actitud más madura y más ambiciosos, profesionalmente hablando. Ellos se convierten en ejemplos a seguir para sus compañeros, y líderes potenciales en la sociedad por el esfuerzo y ganas de saber, aprender y conocer algo más allá de nuestro país.

Cada cultura tiene sus hábitos y costumbres bien definidas, el incorporarse a cualquiera de ellas, aunque sea por un corto periodo de tiempo, involucra adaptarse y respetarlas para vivir con el mismo ritmo de vida y no ofender a las personas que las practican. Conforme avanza la globalización nos damos cuenta que en cualquier país existen organizaciones, comunidades, instituciones educativas y empresas en las que personas de diversos países y culturas conviven día a día.

En la actualidad, la movilidad estudiantil internacional es un componente fundamental de la educación superior, enmarcado en el urgente requerimiento que enfrentan las instituciones de fomentar la cooperación internacional e impulsar su internacionalización como una constante y una prioridad estratégica de cara al nuevo milenio.

Entre las políticas de internacionalización de la educación superior en México, se encuentra la movilidad estudiantil como un elemento para fortalecer su formación (Cervantes, 2002). La internacionalización también se observa en el territorio nacional, con la incorporación de estudiantes, profesionistas y empleadores de otros países que llegan a “competir” en los espacios nacionales.

La movilidad estudiantil y académica es, sin duda, la estrategia más representativa y necesaria para formar capital humano con habilidades y competencias que en otros países requieren, por ejemplo, el domino de un segundo o tercer idioma, la negociación con personas de otras culturas.

Como se señala en el Plan Nacional de Desarrollo 2012-2018, “un México con educación de calidad requiere robustecer el capital humano y formar mujeres y hombres comprometidos con una sociedad más justa y más próspera. El Sistema Educativo Mexicano debe fortalecerse para estar a la altura de las necesidades que un mundo globalizado demanda”.

Para beneficiar a la sociedad en materia educativa a nivel mundial, se requiere que los estudiantes adquieran conocimiento y experiencias en otros países con sistemas educativos diferentes a los de México. Para esto, la SEP cuenta con la Dirección General de Relaciones Internacionales que promueve e incrementa las actividades de cooperación e intercambio científico, educativo, cultural, técnico y artístico con otros países. Actualmente México tiene relación y convenios con: América del Norte, América Central, América del Sur, Europa, Asia, África y Oceanía (Dirección General de Relaciones Internacionales, 2015).

Como parte del Plan Nacional de Desarrollo, en la tercera meta nacional, “México con Educación de Calidad”, se hace referencia a la “vinculación la de educación con las necesidades sociales y económicas”, y se establece que “para lograr una educación de calidad, se requiere que los planes y programas de estudio sean apropiados, por lo que resulta prioritario conciliar la oferta educativa con las necesidades sociales y los requerimientos del sector productivo”. Además, frente a los retos que impone la globalización del conocimiento, se indica que “es necesario fortalecer las políticas de internacionalización de la educación, mediante un enfoque que considere la coherencia de los planes de estudio y la movilidad de estudiantes y académicos” (Gobierno de la República, 2013).

En consecuencia, en el Objetivo 3.1: se propone “Desarrollar el potencial humano de los mexicanos con educación de calidad”; en la estrategia 3.1.3 “Garantizar que los planes y programas de estudio sean pertinentes y contribuyan a que los estudiantes puedan avanzar exitosamente en su trayectoria educativa, al tiempo que desarrollen aprendizajes significativos y competencias que les sirvan a lo largo de la vida”, mientras que un punto de las Líneas de acción consiste en “Crear un programa de estadías de estudiantes y profesores en instituciones extranjeras de educación superior”.

En la Universidad Politécnica de Pénjamo se han tenido casos de estudiantes que han tenido estancias en el extranjero. Una de ellas es la joven Luz Elena Zúñiga González, estudiante de la Licenciatura en Administración y Gestión de Pequeñas y Medianas Empresas, quien la llevó a cabo en Washington DC y nos compartió su experiencia en una entrevista que se presenta enseguida.

¿Cómo te sentiste cuando te seleccionaron?

Me sentí emocionada por ser una de las primeras de la Universidad en tener una movilidad. Al llegar tenía miedo de fallar porque no sabía si cubriría las expectativas ya que son culturas muy distintas. Los americanos son más estrictos que el mexicano. Me recibieron muy bien, incluso, ofrecían hablar en español en caso de que no entendiera las conversaciones. En las reuniones de trabajo hablaban más lento para poder entenderles. A ellos les daba gusto que existan estos convenios y movilidades.

¿Qué aprendiste allá que no has aprendido aquí?

Aprendí cuáles son los errores que como mexicanos tenemos y la forma en que nos tienen catalogados. Recuerdo que para una reunión llegamos tarde y la jefa nos dijo: “!Bendita puntualidad del mexicano”. Ahí nos damos cuenta que por unos cuantos perdemos todos.

¿Qué hábitos y costumbres aprendiste?

Pienso que la puntualidad, es algo que valoré mucho, ellos deben estar en tiempo y forma en todo porque tienen muchas actividades. Otro hábito es el de no ser tan egocéntrico, con ellos te puedes presentar de una manera informal, no les importa tu título o si vienes de una familia rica o pobre, les importa que hagas las cosas bien; aquí en México cuando uno se presenta tiene que decir su título y apellidos.

¿Te sientes más capaz?

Un día mi jefa pidió una gráfica de Gantt y mi compañero no sabía hacerla, pero yo sí. Me di cuenta que somos tan competitivos en habilidades y conocimientos al igual que en otras grandes universidades.

“Ya no me dan miedo muchas cosas, el volver a salir o trabajar en otro lugar porque ya estuve en ciudades más grandes. Ahora regreso y tengo expectativas más altas, ya no soy conformista, aspiro a más. La verdad, me siento como un pavorreal, muy orgullosa de mí, porque ahora sé que si me propongo algo lo logro.

“Regreso siendo el doble de competitiva, soy más segura, mucha gente me lo ha dicho, gente que me ve caminando por la calle dice: mira lo que es salir de aquí. Si me dicen sobre alguna oportunidad, la tomo, y si no me lo dan la vuelvo a buscar, no me detengo.”

¿Crees poder aplicar aquí lo que aprendiste allá?

Sí, llegando puntual, esforzándome en contestar correos, hacer lo posible por dar citas, ser humilde como esas personas con las que conviví. Me di cuenta de cómo buscar lo que yo quiero, ya sabría enfocarme, sabría exigir. Y no buscar que se me dé un cubículo, un escritorio, todo lo material. Sería simplemente humilde.

¿Qué compromiso social adquiere ahora Luz Elena?

Transmitirles todo lo que aprendí, aquellas buenas costumbres, mostrarles mi entusiasmo, hacerles ver que lo económico no es un obstáculo sino un reto; hacerles saber que hay más por conocer y aprender.

¿Y con respecto a la autorrealización?

Aun no me siento completamente autorrealizada, siento que aún me falta muchísimo, al menos cubrí mis expectativas como estudiante de la Politécnica de Pénjamo. Creo que dejé mi marca personal en esta experiencia de movilidad internacional.

¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Buscar otra beca para hacer mis estadías en otro país, eso es a corto plazo; una maestría fuera del país, trabajar dos o tres años para adquirir experiencia en un área que me llame la atención y especializarme. Regresar a México y cambiar algo de él para hacerlo mejor.

Como se observa en la entrevista, el interactuar con otras culturas, en otros medios y con otras personas nos lleva a desarrollar habilidades y competencias específicas que sólo se obtienen viviendo fuera del país.

Para ello, nuestras políticas de movilidad siguen siendo limitativas con respecto a las de otros países ya que podemos observar un gran número de personas extranjeras que realizan sus estancias en diferentes lugares del mundo incluyendo nuestro país. Esto se relaciona directamente con la evaluación y la calidad, las cuales se han promovido de manera más enérgica a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y Estados Unidos. Entre sus objetivos se encuentra erradicar las asimetrías que imperan entre los sistemas nacionales (Palma, 2013).

El estar en contacto con otras culturas y vivir en otros países, le da a la persona una perspectiva diferente sobre el cómo puede coexistir y trabajar en equipo; sobre cómo cada habilidad y actitud abonan a formar organizaciones altamente competitivas. El ritmo de vida y la mentalidad que se forman con el paso del tiempo es algo que no se puede enseñar en un salón de clases.

La joven Luz Elena nos demostró que su experiencia fue todo lo que se esperaba de una movilidad al extranjero, ahora comparte y anima a sus compañeros, amigos y familia a ser mejores y no conformarse con poco.

Para que una persona pueda crecer profesionalmente en un entorno así, idealmente debe aprender no sólo uno o varios idiomas adicionales al nativo; sino también el cómo viven, qué valoran, hábitos y costumbres de personas de otros países. Mientras más experiencia y conocimiento adquiera la persona, será más competitivo en un entorno internacional y multicultural.

Bibliografía