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¿Qué tanto de servicio a la sociedad es en realidad?

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Mtro. Mario Tapia Alba.
Maestro en Educación.
Universidad Pedagógica Nacional 113.

 

El servicio social es un requisito indispensable para la obtención de un título universitario. Para la mayoría de los estudiantes, es un trámite que preferiría omitir o, sencillamente, terminarlo como sea y lo más pronto posible. Para esto, no falta aquel estudiante que busque algún conocido trabajando para el gobierno que le libere el servicio social sin hacer nada de éste ó, aquel estudiante que no quiere batallar y realiza el servicio en alguna área que no le corresponde porque le es más cómodo.

coepes-upn-113-social-introSi bien es cierto que el estudiante universitario hace mal en no darle la importancia y el verdadero significado de lo que es el servicio social, las universidades también hacen mal en no emplear correctamente a los prestadores de servicio. Es común ver a prestadores de servicio social que lo llevan a cabo en las mismas universidades, haciendo trabajos en: oficinas de algún administrativo u investigador haciendo papeleo (ó peor aún, de “mandaderos” llevando la comida al “jefe”), en las bibliotecas acomodando libros, en los laboratorios haciendo inventario y aseo, entre otras actividades.

En realidad muchas de estas actividades pueden ser necesarias para la universidad, sin embargo, la pregunta sería ¿es esta la mejor forma de aprovechar a los jóvenes universitarios que están a un par de semestres de graduarse?

Y sabiendo que cada universitario le cuesta determinada cantidad de dinero al gobierno federal y estatal, a través de los impuestos (hablando de universidades públicas), las instancias gubernamentales podrían cuestionarse también: ¿estoy obteniendo el mejor beneficio de mi inversión por cada estudiante universitario?

Antes de buscar alguna solución a estas cuestiones, tenemos primero que ir hacia los cimientos: la propia universidad, todo inicia aquí. La responsabilidad social universitaria comienza al estar convencidos de que la formación del estudiante (de cualquier carrera) tiene que llevar una base de materias del área de humanidades. Esto parece ser algo sencillo, sin embargo, es todo lo contrario.

Amitai Etzioni testimonia su experiencia como profesor de Harvard Bussines School sobre los obstáculos internos contra el enfoque de ética y responsabilidad social a los que se enfrentan las universidades1:

El primero de ellos es la resistencia por parte de algunos profesores que consideran una pérdida de tiempo, en la formación profesional del estudiante, la enseñanza de materias de humanidades. De igual manera, preocupación por parte de profesores en la contradicción que pueda haber de la ética en algunas materias de la currícula: pondría en tela de juicio las técnicas enseñadas para "maximizar los beneficios reduciendo los costos".

La segunda resistencia es por parte del estudiante, el cual considera el curso de ética como una materia de “relleno”. Y otra todavía peor es que los alumnos vean la ética en los negocios como una desventaja competitiva: quien sigue lo que la ética enseña tiende a perder frente a los competidores. Por lo tanto, el comportamiento ético debe (racionalmente) estar supeditado al cálculo previo de las ventajas que se puede esperar de él, cálculo "racional" según la lógica económica, claro está.

Es cierto que el testimonio de Etzioni es del punto de vista de una escuela de negocios, pero puede fácilmente extenderse a muchas instituciones de educación superior. Como podemos ver, la problemática es compleja.

El enfoque de Etica, Responsabilidad Social y Desarrollo se encuentra en tensión permanente entre un afán cognoscitivo de hacer comprender a los estudiantes los mecanismos del (mal) Desarrollo y como producen injusticias que deben de ser corregidas y un afán propiamente moral de cambiar los comportamientos y las actitudes de los estudiantes hacia más solidaridad con las poblaciones vulnerables "víctimas" de estos mecanismos. La perspectiva cognoscitiva conduce a insistir en la "educación para el desarrollo" y sus contenidos conceptuales mientras que la perspectiva moral conduce a insistir en la "formación en valores" y sus contenidos actitudinales. Por un lado, operar un mejor entendimiento de las estructuras injustas del sistema económico y social actual, por el otro lado, operar un despertar de las voluntades para los cambios solidarios necesarios.

En teoría, está claro que lo ideal sería de equilibrar ambas direcciones. En la práctica, no es tan fácil navegar entre la posición del informador y analista racional de los hechos y la del mentor para voluntarios del desarrollo social.

Una vez que las universidades hayan encontrado las formas pedagógicas necesarias para sensibilizar a los estudiantes sobre la responsabilidad social que tienen, se puede llevar esto a la práctica haciendo provechoso el servicio social tanto para el estudiante como para la sociedad, una estrategia importante es mediante el Aprendizaje Basado en Proyectos Sociales.

El Aprendizaje Basado en Proyectos Sociales es un tipo de aprendizaje que utiliza el “método de proyectos” para la conducción didáctica de un proyecto social con diferentes actores, con el fin de participar en la promoción del Desarrollo Humano Sostenible. Consiste en un conjunto de experiencias de aprendizaje que involucran a los estudiantes, sus profesores y personas de la comunidad en la solución de algún problema de orden social. Al asociar varios grupos de personas en un mismo proceso de aprendizaje común, todos colaborando en compartir el conocimiento y la acción social, el Aprendizaje Basado en Proyectos Sociales, de por su misma naturaleza, crea una Comunidad de Aprendizaje2.

Esto implica un trabajo intelectual y académico muy consistente de muchos actores universitarios que se debe traducir en formas de trabajo colegiadas en las instituciones educativas de nivel superior, es decir en el trabajo de cuerpos colegiados y de academias que generen sinergia en construir las prioridades en la planeación institucional, en la aplicación de recursos con una mirada de sustentabilidad en los programas y proyectos y, en la evaluación de los mismos. Desde un horizonte del pensamiento complejo de Edgar Morin . Esto es, en otras palabras, emprender una refundación de la universidad y el quehacer de los universitarios que asumann la corresponsabilidad social con la múltiples realidades del siglo XXI, en México y el Mundo.


Referencias:

1http://www.rsu.uninter.edu.mx/doc/marco_conceptual/CuandosetratadeEticalasEscNegReprueban.pdf

2http://www.rsu.uninter.edu.mx/doc/marco_conceptual/ElAprendizajeBasadoenProyectosSociales.pdf